Reflexiones para el AT

Reflexiones para el AT



Por: Yanina González


 Siguiendo una línea de pensamiento Humanista, considero importante una conceptualización del ser Acompañante Terapéutico: Es un profesional de la salud, que aborda de forma directa o indirecta situaciones de vulnerabilidad, promoviendo y acompañando a gestar situaciones en la que las personas puedan conectarse con sus propias necesidades, con sus propios recursos, con sus potencialidades, por lo tanto con todo su contexto. El AT es promotor del proceso de resiliencia, y para ello se mueve intentando el reconocimiento de necesidades y de una organización en función de esas necesidades, además de un desarrollo de recursos para la persona en situación de vulnerabilidad.


    Muchas veces se habló, y considero que hay una huella en el AT que se enseña desde cualquier tipo de formación, de un período de génesis de este pensamiento y sentir AT en el que aparece más el curar lo enfermo, que centrarse en el gestar salud (por ejemplo, en épocas donde el AT era “Asistente Terapéutico”, o “amigo calificado” dejando de lado la intención terapéutica del acompañamiento). Este es el real movimiento de las ciencias médicas, en general de las ciencias de la salud, que va de curar lo enfermo a promover lo sano. Es evidente la presencia de esa otra concepción en los viejos paradigmas, cuando surge la idea madre del curar y de estar centrado en lo enfermo o en la patología y no pensar que, básicamente, nuestro eje profesional es el acompañamiento en el desarrollo o adaptación de los recursos de una persona o grupo en situación de vulnerabilidad.

   Pichón Riviére en uno de sus trabajos, “Estructura de una escuela destinada a psicólogos sociales”, habla del desarrollo pleno de la existencia humana”. Parece un planteo ambicioso, pero considero que está muy relacionado a las concepciones de salud, y que a eso apuntamos los ATs desde nuestra especificidad. Es además, un abordaje que implica un análisis de los procesos de interacción, de los vínculos de la persona en situación de vulnerabilidad, es decir, un análisis de los vínculos en sus distintas dimensiones ya sean conscientes o inconscientes… un abordaje que no sólo depende de nuestra intervención, sino del trabajo en equipo con otros profesionales y obviamente de la colaboración del grupo familiar o institucional. El hecho de que nuestro campo de estudio sea tan complejo, nos obliga a un creciente compromiso de formación y capacitación.



  Considero que aprender a pensar, implica tener un grado de lectura no ingenua, sino crítica y analítica de nuestra cultura, de nuestras condiciones concretas de existencia y, desde allí, creo que el paso inevitable es intentar modificaciones de ellas, teniendo en cuenta que los determinantes últimos de estas condiciones son las relaciones sociales. Una vez que hicimos consciente la necesidad de realizar este proceso, podemos proponérselo a nuestros pares, a los acompañados y a sus pares, mostrando así la posibilidad de una mejor calidad de vida. Porque para poder proponerla en el otro, es necesario proponérnosla a nosotros mismos en un primer pasó.


  Por otro lado, hoy en día se sigue enseñando que el AT es un auxiliar de la salud, que es un dispositivo, una herramienta… y también se siguen formando profesionales en AT planteando que el asistencialismo es base del ejercicio. Yo creo que estas concepciones hay que ubicarlas en un tiempo histórico. Estas concepciones tienen una historicidad, aparecen en décadas anteriores y devienen de viejos paradigmas. Estaríamos muy equivocados hoy en seguir sosteniendo éstas ideas: Yo dejaría estas viejas caracterizaciones contextualizándolas en otros paradigmas, no funcionales a la realidad actual, pero no porque no entienda o no coincida en que el AT es promotor de la salud, que utiliza herramientas y asiste a una persona en situación de vulnerabilidad solo si existe un objetivo terapéutico… sino porque me parece que es colocarnos en un lugar equivocado. Todo esto es una polémica ideológica que me parece fundamental abrirla. Lamento mucho cuando encuentro este planteo en textos o discursos de compañeros o personas cercanas porque me parece que no hay una revisión crítica de cuál es nuestro hacer y nuestro lugar dentro del sistema de salud: Creo que hay una ortodoxia paradigmática, que se siente en la inserción del AT en la realidad del acompañado y en la realidad del sistema… pensar que desarrollar una praxis, es un hacer y una conceptualización desde condiciones concretas de existencia, no aplicando modelos teóricos a la práctica, no tratando que la realidad “entre” al modelo teórico, o volcarse en una cosa practiquista sin conceptualizar, por no conocer bien lo que es la esencia de ser AT, y obviamente por no animarse a empoderarse profesionalmente.



 Desde la formación nos enseñan a que sólo debemos intervenir en el desarrollo de objetivos terapéuticos propuestos por un profesional o equipo interdisciplinario… nada más. Estamos bajo el ala de otras corrientes, de grandes y viejas instituciones, y nos encadenamos a sostener discursos y propuestas de referentes que, como mencionaba previamente, están fuera de contexto, y es aquí donde alzo la bandera del empoderamiento y propongo la confección de nuevos textos bibliográficos, la elaboración de nuevos proyectos, el impartir nuevas capacitaciones, y el ingreso del AT idóneo a la formación de base y/o técnica, que es la única con la que contamos hoy en Argentina.

 La realidad es que se van generando distintas prácticas desde las distintas formaciones. Cada institución formadora es un centro que agrupa personas que hacen distintas experiencias de acuerdo al contexto sociocultural de la zona. Allí es donde la teoría es desafiada y llevada a crecer. En este sentido, la multiplicación de espacios de formación implica una multiplicación de prácticas y un desarrollo histórico con nuevos interrogantes y nuevas problemáticas. Nadie mejor que el AT idóneo puede realizar dichos análisis.
Es desde allí, donde estamos enormemente requeridos a seguir conceptualizando este y cada uno de los interrogantes que nos vayan surgiendo en el quehacer profesional dentro del territorio clínico, dentro del territorio de la investigación, dentro de los espacios de supervisión, dentro del armado y preparado de una clase, etc.

 A raíz de todo este desarrollo, vemos una dispersión o heterogeneidad que al fin y al cabo no autoriza una definición unificada del AT, contradiciéndome con lo escrito en un principio: está aquel que trabaja contratado por la línea jerárquica de una empresa de internación domiciliaria, precarizando su trabajo y accediendo a honorarios muy bajos; otros que nunca se formaron como ATs pero consideran que tienen el criterio y las herramientas para hacerlo; otros que realizan voluntariados poniendo su oficio al servicio de colectivos que enfrentan emergencias sociales y están los otros que finalmente responden a la demanda de formación en Acompañamiento Terapéutico y ocupan su rol donde consideran pertinente ocuparlo. 


 Dentro de una pseudo-definición de Acompañamiento Terapéutico, es imprescindible hablar de “inserción laboral”, lo cual es un tanto confuso, o tal vez encubridor. Si se quiere hablar de empleo remunerado, hay que llamar las cosas por su nombre: ¿quiénes son los que contratan a los Acompañantes Terapéuticos?; ¿les pagan?; y en tal caso ¿cuánto?; ¿de acuerdo a qué parámetros? Creo que habría que ponerse a analizar cuestiones de economía y encuadre capitalista para que devele los aspectos encubiertos y naturalizados de ésta cuestión. Los ATs nos hemos destacado por cierta capacidad para abrir, descubrir e incluso inventar lugares y campos de trabajo, pero muchas veces se paga el precio de admitir que el trabajo no sea, a su vez, pagado. En otras palabras, se paga en vez de cobrar. ¿Qué recibimos a cambio? ¿Avanzamos por este camino, en el reconocimiento social de nuestro lugar y función si renunciamos, sin análisis, al valor en dinero de nuestro trabajo? ¿Es un trabajo, o una suerte de voluntariado “vocacional”, versión sofisticada de la caridad? Subsidiar de nuestros bolsillos particulares necesidades comunitarias que otras instituciones sociales deberían cubrir y no lo hacen… ¿contribuye al análisis crítico de las necesidades o, por el contrario, colabora en su encubrimiento y mistificación? Dejo planteadas estas preguntas.



Creo que estamos en una nueva era donde es imprescindible señalar lo obvio… Lo obvio es necesario, porque hay un momento de la mistificación donde es más caro tapar que aceptar que la lucidez sale más barata. Hay un momento en que el síntoma es más costoso que la curación. Y considero que gran parte del plexo AT se sigue capacitando para ver lo obvio en esta dimensión y está surgiendo la necesidad de poner lo obvio en el plano de lo manifiesto. Somos una profesión nueva, y como toda profesión nueva, tiene la posibilidad de no estar encasillada. Tenemos todas las posibilidades porque no estamos con una biblia encima.


     Por eso, es importante pensar por uno mismo. Al leer teorías, en donde nos enteramos cómo vio el otro, qué pensó de lo que vio, no se aprende a ver. Si la investigación la hacemos en función de la misma praxis, sea cual sea el área de ejercicio, se aprende a mirar y a pensar y al tiempo se va desarrollando la teoría que conceptualiza el aquí-ahora. Es mucho más fácil enamorarse del pensamiento del otro, además de gratificante… pero leer la realidad es mucho más estimulante, donde nos acostumbramos a ver por nosotros mismos. Y creo que ése es el punto de partida para seguir en el camino de la profesionalización.

Comentarios

  1. "Aprender a pensar, implica tener un grado de lectura no ingenua, sino crítica y analítica de nuestra cultura, de nuestras condiciones concretas de existencia y, desde allí, creo que el paso inevitable es intentar modificaciones de ellas, teniendo en cuenta que los determinantes últimos de estas condiciones son las relaciones sociales". Tomo parte de tu relato, me pareció muy elocuente, es un desafío constructivo. Aprendemos del día a día y siempre con una mirada que va más allá de la teoría.

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  2. Gracias!! Te esperamos todos los meses con más información práctica y teórica para continuar nuestro aprendizaje grupal!!

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