Hablando de Tercera Edad y el rol del AT.
Hablando de Tercera Edad y el rol del AT
AT- Marcia Oliva
Cuando se toma un acompañamiento en tercera edad, hay que tener en cuenta los cambios dentro del abordaje del dispositivo, y los diferentes encuadres.
A lo largo de la vida vamos adquiriendo diferentes roles, los mismos son naturales a nuestra evolución.
- · Aprendemos a ser hijos de nuestros padres
- · A ser padres de nuestros hijos
- · A ser hermanos
- · A ser amigos
- · A ser trabajadores
- · A ser abuelos de nuestros nietos
Todas estas cosas que marcan la manera en que vamos evolucionando en nuestras vidas, están sujetos al proceso de aprendizaje y naturalizamos el rol que asumimos.
EJEMPLO:
A nadie le parece raro ir a trabajar y acatar determinadas reglas y pautas cumpliendo con una función específica. No es raro porque es normal ir a trabajar, forma parte de un rol adquirido en una etapa de nuestra de vida. Y si no estamos conformes cambiamos de trabajo
Es común que un padre ponga límites y se enfrente a caprichos de sus hijos aunque la situación pueda ser desagradable. Esto es normal porque esta preestablecido en la función de ser padres. Simplemente es así y esta naturalizado en nuestra vida.
Ahora que pasa cuando siendo padres y llegada cierta edad nos encontramos limitados en nuestra autonomía e independencia por dolencias diversas o alteraciones psicológicas nuestros hijos se adjudican el rol de nuestros padres.
Que un rol sea adjudicado significa que nosotros u otro nos impone cumplir con ese rol, no es adquirido naturalmente y por lo tanto no estamos preparados ni capacitados para cumplir con el mismo y el mismo no corresponde. Esto no solo interfiere de manera negativa en nuestra vida, también es negativo para nuestro entorno más íntimo y por sobre todo para nuestros padres. "QUE SIGUEN SIENDO NUESTROS PADRES”.
La intervención del AT requiere de un abordaje integral teniendo como función dos aspectos
1- Favorecer la calidad de vida de quien estamos acompañando
2- Trabajar sobre la normalidad de los roles.
Esto requiere de trabajar con toda la familia, los hijos son hijos de sus padres y padres de sus hijos este es un balance natural.
Nos encontramos con hijos dando órdenes sobre sus padres, ordenes que si del área de salud hablamos tendría que ser entre el médico y el AT. Y si hablamos sobre la cotidianidad del acompañado, tendría que ser sobre necesidades y deseos del acompañado y no sobre las exigencias de un hijo.
En la mayoría de los casos esto sucede porque los hijos se ven inmersos en una problemática que parece no tener solución.
Lo primero que debemos realizar es la contención de esos hijos brindando información, tranquilidad y seguridad. Esto no significa que no sean responsables de ese padre, significan que esa responsabilidad debe cumplirse desde el rol de hijo.
Es normal que una persona al sentir que hasta su propio rol le es arrebatado actué de manera negativa, a todos nos pasaría. El abordaje debe asegurar la continuidad de lo adquirido naturalmente. Teniendo en cuenta las capacidades y necesidades sobre las que se puede basar esta continuidad de normalidad.
En casi todos los casos nos encontramos con la asistencia de cuidadores con los que debemos trabajar de manera conjunta para que esta continuidad de la normalidad sea posible. Obviamente es una normalidad adaptada a la situación presente de cada uno.
Para una persona que toda su vida se ocupó de sus cosas de manera independiente, encontrarse con que su casa está invadida por otras personas que hacen por ella y no como ella quiere sino como el otro quiere es angustiante y en muchas ocasiones sienten la situación como indigna. Por lo tanto hacer que la persona que estamos acompañando mantenga dentro sus posibilidades su estatus es de vital importancia.
Con una de las cosas con la que generalmente nos encontramos es con la crítica constante a la comida, no hay dos personas que cocinen de la misma manera. Entonces comienza la lista de reclamos que solo generan insatisfacción a todas las partes. (La carne estaba dura, no tenía gusto, se pasaron los fideos, no sé porque hace sopa si yo no quiero etc.) Como estrategia es importante hacer que la persona siga interviniendo en la preparación de la comida de la manera en que le sea posible de acuerdo a sus limitaciones y capacidades Pero también debemos pensar si esta situación es propia de la persona o está sujeta a mala información por parte de los hijos.
A que me refiero con esto, en ocasiones los padres se niegan a tener personas que no conocen en sus casas, se sienten invadidos, y los hijos en lugar de explicar la situación dando todas las alternativas posibles, toman el mando de la misma imponiendo lo que se va hacer (como un padre da una orden a un hijo) Entonces la cuidadora se convierte en personal doméstico y el AT queda sujeto al entretenimiento del acompañado o supervisión del cuidador. Todo este mal entendido surge de la mala información que la persona que se va asistir tiene de parte de sus hijos quienes evitan las explicaciones y ordenan. Es obvio y por una cuestión de desplazamiento del enojo que el asistido se desquite con quien lo asiste, ya que no puede hacerlo con sus hijos por haber sido desplazado de su rol.
Por eso insisto es de suma importancia trabajar con la familia y cuidadores clarificando la situación y restableciendo el orden natural, para favorecer la calidad de vida de quien asistimos y brindar un marco de contención y tranquilidad para mejorar la operatividad y funcionabilidad de todos los integrantes.
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